Desde el Gabinete de Salud Laboral de USO analizamos qué riesgos conlleva el cambio de hora para nuestra salud y su incidencia en el trabajo

El próximo 26 de marzo, a las 2:00 horas, adelantaremos el reloj a las 3:00 para pasar al horario de verano. Este cambio de hora provoca que esa noche durmamos una hora menos. Por lo general, esa hora de sueño “robada”, no es extraño que provoque alteraciones hasta varios días más tarde, pero este no va a ser el único efecto que podemos experimentar a nivel de salud.

La mayoría de las personas experimenta sensación de cansancio en los días posteriores al cambio de hora, pero, aunque no sea así, el inicio del horario de verano altera el reloj interno, lo cual puede afectar de diferentes maneras que pueden pasar inadvertidas. La luz es el principal regulador del ritmo circadiano. Al cambiar la cantidad de luz a la que nos exponemos por la mañana y por la noche, se altera ese ritmo.

Alteraciones y riesgos provocados por el cambio de hora

Los expertos médicos indican algunas de las alteraciones o riesgos que pueden aparecer a nivel de salud como consecuencia del cambio de hora:

  1. Mayor riesgo de padecer un ataque cardíaco o un derrame cerebral. El cuerpo está habituado al ritmo marcado y preparado para actuar en consecuencia. Al alterar el ritmo, puede notarse fluctuación en los niveles de la hormona del estrés y en los niveles de presión arterial. Ambos factores pueden dar lugar a ataques cardíacos y derrames cerebrales que, de otra manera, tal vez no habrían ocurrido.
  2. Problemas para tomar decisiones. La falta de sueño puede afectar la capacidad de pensar y a la toma de decisiones. Las personas que no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de cometer errores.
    La falta de sueño afecta directamente a las funciones del lóbulo frontal, la región del cerebro que nos ayuda a controlarnos y a evitar cometer acciones equivocadas. A menor cantidad de sueño, más probabilidad de actuar por impulso y menos probabilidad de tomar las decisiones acertadas o correctas.
  3. Dificultades con la memoria y la concentración. No dormir lo suficiente tiene consecuencias negativas para la memoria, la atención y la concentración.
    Dormir no es solo una acción que necesitemos a nivel físico, mientras dormimos, el cerebro atraviesa diferentes fases que también le proporcionan el estado de relajación y descanso necesario para su correcto funcionamiento.
  4. Cambios en el apetito y antojos. También experimentamos alteraciones a nivel de apetito provocado por la alteración de los niveles hormonales del cerebro. El déficit de sueño causa un aumento de la hormona que provoca el hambre e inhibe la que ayuda a sentirte satisfecho después de comer. Cuando sentimos hambre nos apetecen alimentos altos en grasa o azúcar. ¿Por qué? Como ya hemos visto, también afecta a nuestra capacidad de tomar decisiones adecuadas, nos guiamos por impulsos y optamos por aquellos alimentos que nos apetecen en lugar de los que nos convendrían.
  5. Mayor irritabilidad. Es más difícil controlar las emociones cuando no se ha dormido bien. Nos sentimos más irritables e impacientes, es más fácil enfadarse.

Pautas para controlar las alteraciones del sueño

Como vemos, la falta de atención, de concentración, la dificultad para tomar decisiones o la impaciencia e irritabilidad son factores que pueden incidir de forma directa en nuestra seguridad y salud laboral, por eso, desde USO queremos advertir sobre estos factores para que les prestemos la atención necesaria y consigamos controlarlos.

A continuación, recordamos algunas pautas que nos pueden ayudar a controlar las alteraciones que puede suponer el cambio de hora:

  • En las noches previas al cambio de hora, acuéstate 15 o 20 minutos antes de lo normal. Una transición gradual ayuda a reducir el impacto negativo para el organismo.
  • Exponte a la luz de la mañana. En cuanto te levantes, procura salir al aire libre. La luz de la mañana envía al cerebro una fuerte señal para que te despiertes y ayuda a ajustar tu reloj interno. Si no puedes salir de la casa, trata al menos de acercarte a una ventana.
  • Evita el café después de las 14:00 horas. Podrías sentir la tentación de consumir más cafeína para superar el bajón de energía después del mediodía, pero la cafeína puede permanecer en tu organismo y afectar tu capacidad para conciliar el sueño.
  • Practica una buena higiene del sueño. Para fomentar el sueño después del cambio de horario, asegúrate de que tu dormitorio esté oscuro, tranquilo y fresco. Evita el consumo de alcohol y el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte, y adopta una rutina que te tranquilice por las noches.